Supera los sesgos cognitivos que sabotean tu búsqueda de empleo

¿Sientes que la búsqueda de empleo se te hace cuesta arriba?. Tu propia mente puede estar jugándotela, ya que  tenemos sesgos cognitivos, patrones de pensamiento automáticos que influyen en nuestras decisiones y, a menudo, nos frenan sin que nos demos cuenta. Hoy te explicamos cuáles son los 4 sesgos que sabotean tu búsqueda de empleo (y cómo vencerlos).

 

¿Qué son los sesgos cognitivos y por qué importan?

Un sesgo mental es como un atajo que toma tu cerebro para procesar la información rápidamente. Aunque estos atajos pueden ser útiles en algunos casos, en la búsqueda de empleo, tienden a crear barreras que dificultan tu progreso. Desde evitar riesgos hasta enfocarte solo en lo negativo, estos sesgos limitan tus oportunidades de crecimiento personal y profesional.

 

1. Sesgo de confirmación: solo ves lo que quieres ver

Cómo te afecta: Este sesgo hace que busques información que refuerce tus creencias previas, incluso si no son útiles o son incorrectas.
Qué te dices: «No hay trabajo en mi sector, así que ni siquiera tiene sentido buscar», «no soy lo suficientemente bueno para ese puesto».

Qué puedes hacer: Cuestiona tus pensamientos. Busca activamente perspectivas diferentes y toma decisiones objetivas. Mejor pregúntate: «¿Estoy ignorando oportunidades reales?» y busca activamente información que contradiga tus suposiciones. Revisa portales de empleo, conecta con profesionales de otros sectores y amplía tu red. No te estanques en tus propios pensamientos.

 

2. Sesgo de aversión a la pérdida: el miedo al cambio

Cómo te afecta: Te paraliza el miedo a perder algo conocido (comodidad, estabilidad) al aceptar nuevas oportunidades, si por no perder no te enfrentas a este sesgo, perderás igualmente.
Qué te dices: «Ese trabajo suena bien, pero implica mudarme… ¿Y si no funciona?» «No puedo aceptar este trabajo, aunque suena increíble, porque sería un gran cambio en mi rutina. ¿Y si luego no funciona y me arrepiento?”

Qué puedes hacer: Enfócate en lo que puedes ganar, no en lo que temes perder. Piensa: «¿Qué pasaría si no tomo esta oportunidad y me arrepiento después?» El cambio da vértigo, pero es esencial para el crecimiento. Quien no arriesga, no gana.

 

3. Sesgo de negatividad: ves solo lo malo

Cómo te afecta: Te enfocas en las experiencias negativas pasadas, como rechazos, y asumes que siempre será igual.
Qué te dices: «Me rechazaron en las últimas tres entrevistas; seguro que volverá a pasar», «¡Esto es imposible! Siempre me pasa lo mismo, nunca consigo lo que quiero”

Qué puedes hacer: Equilibra tu perspectiva. Cada intento es una lección. Reflexiona sobre lo que has aprendido de cada experiencia y celebra tus avances, por pequeños que sean. Recuerda: el pasado no determina tu futuro.

 

4. Sesgo de statu quo: resistencia al cambio

Cómo te afecta: Prefieres mantenerte en tu zona de confort, incluso si sabes que no es lo mejor para ti.
Qué te dices: «Mejor sigo con la estrategia de siempre; al menos es lo que conozco», “Mejor me quedo como estoy; al menos sé cómo manejarlo, aunque no sea lo ideal”

Qué puedes hacer: Piensa en los costos de no actuar. Pregúntate: «¿Dónde estaré dentro de un año si no cambio nada?» Salir de la zona de confort es incómodo, pero es el único camino hacia nuevas oportunidades. Si quieres resultados diferentes, debes cambiar la manera de cómo haces las cosas.

 

¿Qué más puedes hacer? 

  1. Registra tus logros: lleva un diario, pégate post-its en la nevera o el espejo o grábate mensajes recordándote tus avances y aprendizajes. Esto te ayudará a recordar tus capacidades cuando te invadan las dudas. Confía en ti.
  2. Rodéate de personas positivas: habla con amigos, mentores o coaches que puedan ofrecerte perspectivas objetivas y alentadoras. Siempre tenemos al lado alguien que puede aportar su visión objetiva y ayudarnos a enforcarnos.
  3. Establece metas pequeñas y alcanzables: si te planteas un objetivo muy grande y sientes vértigo y por ello no actúas no te servirá de nada. Divide grandes objetivos en pasos más manejables para reducir la ansiedad y aumentar tu motivación. Hitos a corto plazo pero con vista al horizonte.
  4. Atrévete a probar: Considera cada decisión como un experimento. Incluso si no funciona, habrás aprendido algo valioso. La vida es como una caja de bombones…

La búsqueda de empleo no tiene por qué ser una experiencia frustrante. Superar estos sesgos cognitivos puede marcar la diferencia entre sentirte estancado/a y avanzar hacia el futuro que deseas.

¡Tu próximo pequeño paso comienza ahora!

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