Cómo cuidar la salud mental cuando buscas trabajo
Buscar trabajo es, en sí mismo, un trabajo.
Requiere constancia, energía y una buena dosis de paciencia. Y, aunque nadie te lo dice, la salud mental es uno de los recursos que más se ponen a prueba en este proceso. Pasas horas revisando ofertas, adaptando tu currículum, preparando entrevistas… y, a veces, esperando semanas sin respuesta.
Pero en medio de ese camino lleno de tiempos inciertos, hay algo que sí puedes controlar: cómo cuidar la salud mental cuando buscas trabajo.
Invierte y planifica tu tiempo en la búsqueda de empleo.
Según diferentes estudios, una persona desempleada dedica entre 25 y 35 horas semanales a buscar empleo.
Eso equivale, en muchos casos, a una jornada completa sin la estructura ni la recompensa inmediata del trabajo.
Y es fácil que esa rutina te absorba: revisar portales, actualizar perfiles, redactar candidaturas, seguir procesos de selección…
Por eso, una buena práctica es planificar tu búsqueda como si fuera un proyecto profesional, con horarios, pausas y objetivos realistas:
- Dedica franjas horarias fijas (por ejemplo, de 9:00 a 13:00).
- Define metas semanales: “Enviar tres candidaturas bien adaptadas”, “Estudiar diferentes perfiles de Linkedin para mejorar el mío”, “Formarme en una nueva competencia”.
- Deja tiempo libre real: parar también forma parte del proceso.
No postules por inercia: elige bien tus oportunidades.
Cuando la búsqueda se alarga, la tentación de “aplicar a todo” es grande. Pero hacerlo puede generar más frustración que resultados.
Nuestra experiencia nos demuestra que recibirás más respuestas positivas si el perfil del puesto y el cv encajan de verdad. No por mandar 50 cv´s al día vas a encontrar trabajo antes.
La clave está en calidad, no cantidad:
- Postula solo a ofertas que realmente encajen con tu perfil y tus valores, sé realista.
- Personaliza cada candidatura: demuestra interés real. Si buscas empleo, incluye palabras clave relacionadas con tu sector en tu CV y en tu perfil de LinkedIn. Esto mejora tu visibilidad ante reclutadoras/es.
- Y, sobre todo, sé honesto/a contigo mismo/a: ¿ese trabajo te motiva, o solo te saca del paso?
Elegir bien también es cuidarte.
La espera entre entrevistas.
Esos días o semanas entre una entrevista y la respuesta pueden ser los más difíciles.
Ahí aparece la incertidumbre, las dudas o el repaso constante de lo que dijiste.
Lo importante es no quedarte anclado/a en el “modo espera”:
- Sigue con tu rutina de búsqueda: revisa nuevas ofertas, aprende algo nuevo, mantente activo/a. Analiza si te falta algo de formación para acceder al puesto que quieres y ponte manos a la obra.
- Marca una fecha mental: “Si en 10 días no hay noticias, avanzo con otras opciones”.
- Y, si ha pasado un tiempo razonable, envía un correo breve y educado para preguntar por el estado del proceso.
Algunas empresas tardan semanas —incluso meses— en cerrar sus procesos. Los procesos de selección en las empresas tienen un tiempo medio de duración de 35 días. En cuanto al trabajo temporal es mucho más rápido, dada la naturaleza de este tipo de contrato.
Mientras tanto, el desgaste emocional crece.
Por eso, te compartimos algunas estrategias útiles:
- Registra tus avances: llevar un pequeño diario o Excel con las candidaturas te ayuda a visualizar que sí estás avanzando y te ayudará a detectar carencias en tu cv (anota los requisitos de cada oferta y analiza si los descartes tienen alguna formación, experiencia o competencia en común)
- Rodéate de apoyo: compartir tus sensaciones con otras personas en búsqueda o con un orientador laboral alivia la carga. Además de tu entorno familiar y de amistad, hay muchos grupos en Linkedin de personas que están buscando empleo.
- Celebra cada paso: una entrevista, una llamada, un “gracias por tu interés” ya son señales de progreso.
En Grupompleo lo sabemos: buscar trabajo también es cuidarse.
Acompañamos a miles de personas en su búsqueda laboral y sabemos que el bienestar emocional influye tanto como la experiencia o las habilidades.
Por eso, en cada proceso te animamos a:
- Conocer tus fortalezas y valores. Ten claros tus puntos fuertes con ejemplos reales de tus experiencias, donde acredites resultados positivos (“incrementé la facturación un 5% sobre el objetivo”, “mejoré los procesos de producción y eso ahorró un 7% los costes”…). Ganarás en confianza y seguridad en ti mismo/a.
- Elegir oportunidades que encajen contigo y con tu formación y experiencia. Si quieres cambiar a otro sector o actividad, debes formarte primero. No apliques si no cumples el perfil, solo te desmotivarás cuando no pases los primeros filtros.
- En cada proceso de selección hay más que un intercambio de currículums: hay personas buscando oportunidades y empresas buscando talento. Cuida cómo te presentas, pero también cómo te sientes en el proceso. Y presta atención al artículo que publicamos sobre los sesgos metales que tenemos cuando buscamos empleo.
En Grupompleo lo tenemos claro: detrás de cada candidatura hay una persona con un propósito. Y acompañarte a descubrirlo también es parte de nuestro trabajo.
Trabajar bien empieza por sentirse bien, incluso antes de encontrar ese empleo.
Y cuidar tu salud mental es la mejor inversión para cuando llegue tu próxima oportunidad profesional.







